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LA CASA DE BOVEDAS
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Capacidad desde 1 hasta 20 personas.
Disponemos de 6 habitaciones desde 60 € hasta 90 € / persona y noche (aprox.)
Situado en medio de la alta colina, en la localidad de Arcos de la Frontera, uno de los lugares más hermosos en la famosa "Ruta de los Pueblos Blancos", uno de los encantadores pequeño y exclusivo hotel LA CASA DE BÓVEDAS
Situado en medio de la alta colina, en la localidad de Arcos de la Frontera, uno de los lugares más hermosos en la famosa "Ruta de los Pueblos Blancos", uno de los encantadores pequeño y exclusivo Hotel La Casa de Bóvedas pertenece al patrimonio histórico.
Magníficas vistas abiertas alrededor, al lago de la Molinera y al panorama de las montañas de la Sierra de Cádiz. Colgada de la peña en medio del pueblo antiguamente amurallado, los patios de la casa con la luz mediterránea, las habitación con techos abovedados, los pisos de terracota, antiguos portales, balcones llenos de flores ... El típico estilo andaluz, que distingue al establecimiento rústico de LA CASA DE BÓVEDAS dándole una magia especial.
Las puertas de esta casa de huéspedes, que fue recientemente renovado, están abiertas a todos los visitantes, para pasar unas vacaciones románticas y conocer los secretos del resto de los Pueblos Blancos y sobre todo, sentir que uno vuelve a casa, a disfrutar del ambiente acogedor de un hotel con encanto.
Además, el patio abierto, terraza con excelentes vistas y el salón con una chimenea. Todas las habitaciones son espaciosas y luminosas y tienen calefacción central, aire acondicionado, televisión, audio, reproductor de CD y secador de pelo en el cuarto de baño independiente (con bañera en las suites). Cada habitación esta decorada diferente a la otra, donde los numerosos detalles merecen el buen descanso y de la placentera comodidad de cada visitante para asegurar la inimitable atmósfera de una casa antigua pero disfrutando de las comodidades modernas.
Todo el edificio tiene wifi para conectarse a Internet.
Disfrute de los maravillosos desayunos en el patio abierto debajo de nuestra venerable árbol de limón, o simplemente relajarse viendo el vuelo de las aves en el valle al alcance se su mano. Camine por el pueblo pendiéndose en su estrechas calles, donde podrá también ver numerosos pequeños restaurantes y bares de tapas para disfrutar.